Volver a lo Analógico: Música, Recuerdos y un iPod Polvoriento
Meses atrás, mientras hacía limpieza en casa, me encontré rebuscando entre cajas y bolsas. Entre polvo y recuerdos, apareció un viejo iPod. Si no recuerdo mal, todo encaja alrededor de 2006.

Era un año de Fito y Fitipaldis, Nena Daconte, Quique González… Pereza lo petaba, Bunbury y Nacho Vegas sacaban El tiempo de las cerezas, y la lista sigue.
El iPod que no volvió a sonar
Durante días estuve buscando un cable para encenderlo. Al final, no lo conseguí arrancar. Pero puedo apostar a que dentro de ese iPod siguen esperando REM, Extremoduro, Queen, Héroes del Silencio, Bunbury, Platero y Tú, Los Rodríguez, Calamaro, Ariel Rot…

Ni qué decir tiene que los Beatles me han acompañado desde los 13 años. Y seguro que también hay algo de The Cranberries, con la inconfundible voz de Dolores O’Riordan.
Y claro, el rock argentino que siempre me ha fascinado: Soda Stereo, Charly García, Spinetta, Ataque 77, Bersuit Vergarabat… Podría estar horas nombrando artistas de mi agrado.
Un disco, un coche, un robo
Ah, por cierto: mi disco favorito es Achtung Baby, de U2. Aún recuerdo cuando me robaron en mi viejo Saxo VTS. Se llevaron la radio… y ese CD.
Menos mal que alguien se apiadó de mí y me lo regaló de nuevo. No sé si lo escuché más la primera o la segunda vez.
Antes del streaming, estaba la magia
Antes del iPod estaban los CDs. Y antes, los cassettes. ¿Quién no usó un bolígrafo Bic para rebobinarlos?
Eran épocas en las que te comprabas un disco y lo escuchabas entero, de pe a pa. Te sabías las letras de las 12 o 13 canciones (salvo Calamaro, que te sacaba un triple disco con 50 temas…).
Hoy en día tenemos Spotify, Apple Music, Tidal y muchas otras plataformas. No voy a negar que la evolución tiene su parte buena. Pero ahora… ¿quién se escucha las 10 canciones del nuevo álbum de un artista? Todo va más rápido. Y a veces, más superficial.
Regreso a los CDs
Echaba de menos lo analógico: el sonido del tocadiscos, los auriculares con cable conectados al discman…
Hasta que, por mi cumpleaños, me regalaron un reproductor de CD. Y como consecuencia, liberé las estanterías de mi antigua habitación en la casa de mi madre..

Al final, lo importante
La tecnología cambia, pero hay algo que no cambia: lo importante es escuchar una buena canción en el momento adecuado.
Lo demás… es solo el formato.

Deja un comentario