
Hoy quiero rendir un pequeño homenaje a esta gran fiesta.
Recuerdo, aunque vagamente, la primera vez que vine a la Dorna. Fue allá por el año 2001, cuando entrábamos en Ribeira cantando aquello de “Moaña entera se va de borrachera”. A partir de ahí… os lo podéis imaginar.
24 años después, aquí sigo.
He vivido momentos increíbles cada vez que he venido, pero sin duda, el año pasado fue especial. Después de seis años sin poder disfrutarla por motivos de trabajo, volver fue un regalo.
Y lo mejor: compartirla por primera vez con mis dos hijas. Sin cerveza, sí… pero con mucha música, buen ambiente y una energía difícil de explicar. Descubrí bandas que no conocía, disfruté de conciertos únicos y me dejé llevar por la magia de esta fiesta.

Lo que hace a la Dorna especial no es solo su programación que siempre es espectacular, sino la camaradería, el buen rollo, la variedad de actividades para todos los públicos. Entre mis favoritas:
–Cansión da Tasca: Cada peña interpreta una canción original y otra tradicional. Un derroche de creatividad y humor.
–Carrilanas: Salida desde el Alto da Mámoa y llegada a la Plaza del Ayuntamiento. Antes del inicio, puedes ver de cerca estas “joyas sobre ruedas”.
–Ruta de Tapas: Los locales participantes ofrecen deliciosas tapas a precios que van de 1 € a 3,5 €.
Y esto es solo una muestra…
Aquí os dejo el enlace con la programación completa.
Si estás buscando un plan diferente, con o sin familia, con niños o sin ellos… entre el 18 y el 24 de julio Ribeira es parada obligatoria.
Una de las mejores fiestas de Galicia.
Y lo digo con el corazón.

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